martes, 19 de junio de 2007

Anoche estaba mirando una de esas películas románticas al estilo yanqui. Una chica linda, exitosa profesionalmente y un tipo no muy lindo, profesor de matemáticas y amante del béisbol. De esas en que ambos dan muchas vueltas, se separan, se reconcilian y al final tienen hijitos y son felices. Y que a veces consiguen que una se duerma, de puro aburrida.
En una de esas, en la parte en que se están conociendo, el tipo intenta explicar su gusto por las matemáticas diciendo que éstas son seguras, confiables, las ecuaciones se resuelven o no pero nunca son ambiguas, tan distintas a la vida real.
Hoy llegué al laboratorio después de una semanita de Congreso. Levante los mails y había de todo, incluso buenas noticias, menos, claro, el mail que pensé podría haber. Dependiendo quién preguntaba al ¿cómo te fue? respondí "bien" o "más o menos, viste como son estas cosas" y a ninguno le mentí, todo eso era cierto. Después de un par de horas de pelear con los equipos "pareciera" que no voy a conseguir nada de ellos por hoy... así que acá estoy, entre este texto y una ecuación que me está dando mucho laburo pero arroja algo de claridad entre tantas incertezas, simplemente no da. Me encantan las matemáticas. Simples y bellas.

domingo, 10 de junio de 2007

Certezas II (by El Flaco)

Sólo sé que no soy yo a quien duermes...
(qué calor hará sin vos en verano!)

sábado, 9 de junio de 2007

No soy porteña...

ni lo quiero ser. Pero el país es uno solo, los medios llegan a todos lados (aunque atiendan en Buenos Aires) y garcas son garcas acá y en la china de Mao. Y también en todos lados (por ahí en la China no, cómo saberlo, pero en Argentina seguro que si) entre la falta de memoria y la incapacidad (o fiaca) por relacionar las cosas terminamos haciendo una cagada tras otra (no vamos a creer que estas cosas sólo las hacen los porteños... ¿y por casa cómo andamos?).
A ver si el post de Marina ayuda a la memoria (y empezamos a pensar como le ganamos a la fiaca)

martes, 5 de junio de 2007

Pasar de largo

No quiero saber que día es hoy. No me interesa. Las fechas no son importantes, no lo fueron nunca, no van a serlo ahora. Pero por las dudas no quiero saber que existiría la posibilidad (si yo supiese que día es hoy) de levantar el fono con una buena razón, tan buena que me la puedo llegar a creer y todo. Además junto a la buena razón llegarían un par de recuerdos, demasiada nostalgia y hasta ganas de levantar el fono. No. No hay motivos que valgan. Necesito una buena excusa. No saber que día es hoy, por ejemplo, esa es buena. Con ella puedo dejar pasar de largo el día, el onomástico y los tres años de aquella noche hace tres años dónde también había onomástico, también había razones y también las dejé pasar. Sólo que al dejarlas pasar esa vuelta me compliqué la vida, pusé todo lo que tenía sobre la mesa y encima perdí. Y ahora no tengo ganas de jugar. Ya no. No sin red. Así que cambio motivos por excusas. Al menos hasta que me consiga una buena red.