martes, 19 de junio de 2007

Anoche estaba mirando una de esas películas románticas al estilo yanqui. Una chica linda, exitosa profesionalmente y un tipo no muy lindo, profesor de matemáticas y amante del béisbol. De esas en que ambos dan muchas vueltas, se separan, se reconcilian y al final tienen hijitos y son felices. Y que a veces consiguen que una se duerma, de puro aburrida.
En una de esas, en la parte en que se están conociendo, el tipo intenta explicar su gusto por las matemáticas diciendo que éstas son seguras, confiables, las ecuaciones se resuelven o no pero nunca son ambiguas, tan distintas a la vida real.
Hoy llegué al laboratorio después de una semanita de Congreso. Levante los mails y había de todo, incluso buenas noticias, menos, claro, el mail que pensé podría haber. Dependiendo quién preguntaba al ¿cómo te fue? respondí "bien" o "más o menos, viste como son estas cosas" y a ninguno le mentí, todo eso era cierto. Después de un par de horas de pelear con los equipos "pareciera" que no voy a conseguir nada de ellos por hoy... así que acá estoy, entre este texto y una ecuación que me está dando mucho laburo pero arroja algo de claridad entre tantas incertezas, simplemente no da. Me encantan las matemáticas. Simples y bellas.

1 comentario:

Espirtual Fighter dijo...

Giros
todo da vueltas como una gran pelota
todo da vueltas casi ni se nota