domingo, 30 de diciembre de 2007

... en fin

Así, como si nada, y casi coincidiendo con fin de año y los balances correspondientes, te cambia la vida.

Una se pasó la vida diciendo y analizando y estudiando sobre cómo hacer las cosas. Tratando de decifrar en medio del inmediatismo alguna señal que conduzca a la organización social, al pensamiento crítico, al protagonismo de la clase trabajadora. Mucha teoría y mucha práctica marginal. Siempre marginal. Y de pronto, te dicen que sí, que bueno, que ahora tenés que hacer todo lo que decís que hay que hacer. Y te ofrecen medios no marginales para que lo hagas. Y la gente que pensó, analizó y practicó con vos durante mucho tiempo está ahí y dice que sí, que vos podés, que entre todos podemos. Y una sabe que tienen razón, que hay que intentarlo. Que en todo tiempo y lugar hay cosas seguras y cosas posibles. Y que el desafío es convertir en seguras muchas cosas que hasta ahora sólo son posibles, para poder ir por más. Y que el sólo intentarlo vale la pena.

Y una tendría que alegrarse. Pero no me sale. Quizás esté asustada, quién sabe. Por ahí es mi inseguridad que me está acechando. Probablemente la que acecha es la soledad. En estos días complicados, de mucho laburo, de mucha presión, hay una imagen que no me abandona. Ahí estoy yo, con 16 o 17 años, explicándole a mi viejo que él ya no tenía elementos para manejar mi vida, que tenía que dejar que me haga cargo yo. Y ahí está mi viejo diciendo que sí, que -tenés razón, manejate-. Y me manejé. Sola. Tan mal no me fue. Pero creo que la soledad me acompaña desde entonces, y parece que no me va a dejar.

Tal es así que a esta altura, con todo lo que tengo por hacer y por pensar, con todo lo que tengo, con todo lo que me falta, con el miedo de no poder hacer las cosas bien pero segura de que voy a intentarlo, hoy, ya 31 de diciembre, me voy a ir dormir pensando, en medio de ese enorme barullo que tengo en la cabeza, en lo sola que estoy. O en lo sola que me siento, sabiendo que no voy a poder decirte feliz año, cielo.

sábado, 15 de diciembre de 2007

de Leopoldo Marechal, 1948.

el cirujano gordo los envolvió (a sus discípulos) en una fría mirada:

¡Doctores! -expuso tristemente-. Con sacrificios indecibles hemos inventado y difundido una mística del cuerpo. Recordarán ustedes que, durante siglos, la humanidad asistió a un espectáculo bochornoso: el Alma se batía con el Cuerpo y le ubicaba golpes bajos, ante la complacencia de feos teólogos que, hundidos en sus butacas del ringside, presidían el match, silbaban al Cuerpo y aplaudían al Alma como energúmenos. Por fortuna, llegamos nosotros y nos convertimos en managers del Cuerpo: a fuerza de buches, masajes y adulación conseguimos hacerlo reaccionar; y en los últimos rounds el Cuerpo tiró al Alma contra las cuerdas, la llevó a un impecable knock-out; y el Cuerpo es ahora el ídolo de las muchedumbres. Tan exitosa fue nuestra rehabilitación del cuerpo, que la humanidad entera vive hoy pendiente de nuestros bisturíes. ¿Es así o exagero?

-¡Así es, así es!- exclamaron los de la gradería.

-Pues bien -remató el cirujano gordo-, ¿qué ocurriría si (...) el Alma volviese al ring para escupirnos el asado?.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Adán me mira y no sonríe.
No puede. Desde otro infierno
Buenosayres se vuelve irreductible.
Como sin piedad, como sin tiempo.

De soslayo comparto sus dolores
y me nutro de sus cosas aprehendidas.
Absorbo el sonar de su glorieta
constato sus recuerdos y sus iras.

Pregunto sus preguntas sin respuestas,
Trasnocho en sus noches hechas trizas,
Transcurro en sus labios de poeta.

De a poco, nuestros cielos se parecen:
son cielos que en cuadernos,
profetizan.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Lucky


im on a roll
im on a roll this time
i feel my luck could change.
kill me Sarah
kill me again with love
its gonnabe a glorius day.

pull me out of the airchash pull me out of the lake
im your superhero we are standing on the edge

the head of state
has called for me by name
but i dont have time for him.
its gonnabe a glorius day!
i feel my luck could change!

pull me out of the airchash pull me out of the lake
im your superhero we are standing on the edge
we are standing on the edge

Foto de tapa

Y S. que insistía: Que le falta un poco de luz... que tiene que ser más cálido... que ese no es el color que habíamos elegido... ¿no sigue siendo muy frío?....
Y yo: Y... no sé, que se yo, no dijimos naranja?
Y S.: Ah! pero esto no es naranja...!

Y yo, que por más que lo intentaba no lograba distinguir más de dos o tres variaciones del naranja, aprendí a manejar la paleta CMYK a partir de los numeritos del Corel sin ni siquiera mirar que daban....

Laburar haciendo programación multimedia con mi amiga pintora tuvo sus consecuencias. Por un lado puso de manifiesto que, en lo que a mí respecta, es preferible que use los colores como adjetivos y listo. Por otro lado demostró lo testaruda que es S. porque años después sigue intentando sensibilizarme frente al color. Y esta vez lo logró.

Vieron la pintura de la foto?, no es linda?. ¡Gracias S.!

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Nada más (ante la duda todo...)

Que importa saber quién soy, ni de dónde vengo ni hacia dónde voy...

viernes, 2 de noviembre de 2007

pasó octubre...

y al irse octubre, completé mi segunda vuelta al sol sin "el".
...y estuvo bueno..., muy bueno

miércoles, 3 de octubre de 2007

Es extraño ser

La ciudad se perfila, delinea
contornea en crayones sus caderas.
Sus laderas, su amor, su desconsuelo.

Hace falta parir, eso lo entiendo.

Y aunque la noche siempre oscurece
oscurece mis deseos, los deseos,
manipula discursos y sonidos
emborracha de amores y consuelos
el desierto está ahí, y hay que parirlo
(no alcanza con tan solo recorrerlo)

Será todo verdad de cara al día?
Será así vivir por la mañana?

Sospecho que no y, sin garantías,
apuesto a la peor de las jugadas:

Voy a creer que habrá siempre melodías
bellas auroras, alegrías varias;
Voy a confiar en que siempre habrá estrellas
fijas y hermosas, tontas, aisladas;
Voy a endiosar al sol y a las violetas;
Voy a cambiar la funda de mi almohada;
Voy a pintar mis ojos y mis labios
Voy a salir,
voy a buscarme.

Voy a creer en mi propia profecía:
seré
y seré yo
algún día.

Toda una teoría

Porque ¿viste que hay figuras rupestres acá en América dónde hay naves espaciales y gente con escafandras?. Es así loca. Y viste que todas las pirámides del mundo si uno las sigue así, como si siguiera la línea del costado apuntan a un mismo punto?. Bueno, en ese punto había una estrella. En serio, yo lo investigué, acordate que yo estudiaba biología. Porque es así. Ahí antes había una estrella. Y una estrella que se murió, como se puede morir el sol.
Por eso todos esos que hicieron pirámides tenían al mismo Dios. Qué Dios?, el Sol!!!. Porque se les murió el suyo, entendés. Entonces tuvieron que salir a buscar otro sol y cayeron acá. Y lo hicieron su Dios, ellos sabían que si se moría se iba todo al carajo. ....Claro!!!! y por eso!!! Cuando llegaron levantaron así, mucho polvo, entendés?, nubes y nubes de polvo y ....¡¡¡¡mataron a los dinosaurios!!!!. Por eso el hombre no es contempóraneo de los dinosaurios y no se pueden relacionar, nadie sabe cómo pasar del dinosaurio al hombre.
Y es por eso, loca, es así. Porque vinieron de afuera, del sol que se les murió entendes?. Igual yo no digo que todos los hombres salieron de ahí, porque de cada veinte naves habrá sobrevivido una o dos, que se yo, tampoco van a aterrizar todas lo más bien. Los otros vinieron por el estrecho de Bering....
Ves, yo cuando pienso me salen estas cosas, por eso trato de no pensar. Igual tengo otras teorías, pero otro día te las cuento....

(Yo no fui, lo juro. Ni tampoco lo robé del blog de Diego)

jueves, 27 de septiembre de 2007

Julieta retomó el pincel.
Debía buscar una forma
tenía que haberla.
Porque es así y siempre lo fue:
las profecías se dan

y ya era tiempo.

Alguien debía dejar rastros
de aquella soledad hecha ser,
hecha despojos
del sonido engañoso en la ventana
del despertar tan, tan tarde

pero al fin hacerlo.

Algún registro debería quedar
del que podamos agarrarnos
para sostener lo insostenible:
la existencia de ese otro
que confronta contempla completa

ese otro que nos vuelve cielo.

Sólo para eso habría tenido sentido
el llegar hasta aquí, gestando
y rodando el infatigable rodar
que le permitió escapar del final deseado
del final soñado

del final

deseado.

"Vos sos el espacio que habitan tus miedos"

dice Fito en una canción durísima. Pero algo de cierto tiene que haber.
Esta fue una semana de miedos.
Miedo a lo que vendrá. Miedo a tener que enfrentar lo que vendrá estando demasiado sola. Miedo a cansarse de pelearla. Miedo a seguir peleando y descubrir, seguramente tarde, que no valía la pena.
Miedo a las ausencias. A confrontarlas con mi hoy. Miedo a las presencias. Y a confrontarlas, también.
Miedo a no encontrarlo. Miedo a las palabras si lo encuentro.
Miedo a hacer daño. Miedo a lastimarse. Miedo a sentirse culplable. Miedo a serlo.
Muchos miedos. Miedos pequeños, medianos, grandes. Más o menos explícitos. Miedos con excusas, miedos tontos. Miedos disfrazados. Miedos embarazosos. Miedos, al fin.
Pero también en estos días vi de cerca el miedo en otros. De otros que importan. Y me reconocí en sus miedos. Y los encontré más o menos desesperados, más o menos quejosos, más o menos angustiados, más o menos resignados, pero sobre todo más o menos valientes. Miedosos, pero valientes.
Y pensé que ese espacio tiene algo más que miedos. En ese espacio mío están también los valientes otros. Y eso está muy bueno, porque contagian.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Despertar

Haber sido tragado
devorado
engullido
rumiado.

Estar ignorando.
Estar complaciendo.
Estar sirviendo.

Estar mutilado
Implicado
Justificado.

Estar absuelto.
Corrompido.
Estar dormido.

Saber es despertar?.

Despertar es rugir
buscar
putear
parir.

Despertar es romper
Despertar es crear
Despertar es romper

Despertar
rugir
bombardear
esperar...

Recrear bombardeando
gritar rugiendo
gritar poemando.
Movilizar gritando
organizar pariendo
bombardear muriendo
poemar puteando.

Esperar creyendo.

Parir.

Seguir pariendo.

lunes, 10 de septiembre de 2007

En la misma semana....

"El día que encuentres a tu principe azul... seguro que es azul!"

"Vos siempre mal enamorada..."

Si si si. Me las dijeron a mí. ¿A quién más?

sábado, 1 de septiembre de 2007

Post con atraso

Es asi, hoy es tipo 4 o 5 o 3 de agosto. Tengo compu nueva, acabo de cargar los discos del flaco y de elegir un fondo de pantalla para mi escritorio, una buena foto, claro.
Pero al pasar, se aparecieron otras fotos. Y ya sabemos, soy sensible a las imagenes. Obvio que dispararon cosas, disparaste cosas, extraño ser, y acá estamos. Pensando en que si hubiera llegado ya la conexión de speedy estaría escribiendo directamente sobre el blog, pero no. Y a lo mejor es mejor así. Después alguno(s) se quejan del tono nostalgico y tanguero.. cómo si yo tuviera algo que ver con el tango, como si escuchara tangos. No más que tango cromado, que yo sepa. Y alguna que otra versión de Gricel... ¿tango?, tango sexo sexo y amor, tanto tango tanto dolor... en fin, otra vez será. Otra vez diré a voz alzada que el tango eras vos, cosa.
Por ahora nada, un buen libro y las ganas de entender de una buena vez que primero hay que saber sufrir...

Todas las cartas de amor

Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.

También escribí en mi momento cartas de amor,
como las demás,
ridículas.

Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.

Pero, al fin y al cabo,
sólo las criaturas que nunca escribieron
cartas de amor
son las
ridículas.

Quién me diera el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.

La verdad es que hoy
mis memorias
de esas cartas de amor
son las
ridículas.

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.)

Fernando Pessoa

martes, 21 de agosto de 2007

hoy es un día f.

Una de las cosas más lindas que me dijeron alguna vez fue: me encanta como me hablás, las palabras que usás, como "lo" decís. Y fue tan lindo escucharlo, que podría contar (pese al tiempo) cuándo, dónde y cómo fue. Y no creo que lo olvide.
Hoy pensaba en esa frase. Pero por contraste. Tuve uno de esos días en los cuales una no usa palabras bonitas. Ni una sola. Sólo dije lo que tenía que decir, concretito y al pie. Técnica y operativamente. Sin lenguaje propio, sin metáforas, sin poesía.
Y hoy no fue un día raro, al contrario. Sólo fue un día más.
Raros son los días en que alguien me rescata del enquilosamiento y me permite recordar que amo el sonido de las palabras.
El caso es que hoy, al final del día, y por más que pueda resultar tonto, infantil o absurdo, la verdad es que extraño las palabras. Las palabras por sí mismas, la palabras propias, las palabras sonoras, nube, loba, dedo, cal, gesticulador, hijo, cama, mente, sien, rey, fin, sol, amigo, cruz. Alga, dado, cielo, riel, estalactita, mirador, corazón. Hombre, rayo, felpa, sed, extremidad, insolación, parecer. Clavo, coito, Dios, temor, mujer, por.

viernes, 27 de julio de 2007

Caminar caminando

La noche no es noche si una no puede caminarla. Caminar por donde siempre, por las calles de siempre, bajo los árboles de siempre y la luna de siempre, aunque no sea siempre la misma. Pero aunque una este estática, sigue habiendo noches.
Y cuando no duermo ni camino, recuerdo la frescas noches en el sur, después del bar.
Caminar lo más cerca posible del lago, caminar y hablar. Y hablar llorando. La locura de Inés y la mía propia, tan distintas, tan erráticas, tan amantes. Tan de amores que no están y que no estaban. Hablar hasta llegar a ver al sol frente al ventanal. Y recién ahí dormir... pero ya era otra cosa.
Y la noches cálidas con Augusto.
De un sonido a otro, caminando. Buscando los tambores, nordestinos o cariocas, siempre en trance. Sobre la playa siempre y con saudades. Por quién si estuviera... difrutaría más que yo. O disfrutaría conmigo. Caminar hasta el sol también, pero sin ventanas.
Y las noches insomes en La Plata.
El mismo bar, cuando era chiquito y se escuchaba jazz. Volver caminando, porque sí. Porque para hablar sobran taxistas y micreros. Porque las distancias se acortan y los adoquines encantan. Y cantan. Llegar con frío y buscar esa canción hasta encontrarla. Acostarse tras salir el sol. Verlo salir. Dejar la viola cuando está clareando, pausar la música, bostezar. Cerrar los ojitos, chiquitos a esas alturas, y dormir el sueño manso de quién ha renovado la esperanza. Porque ya sabemos que el sol salió. Y cuando aparece el sol hay que dejarlo pasar.. y abri(L)r, otra vez, para que no tengamos soledad

sábado, 7 de julio de 2007


Cuando todo se pone gris, cuando no hay ganas de ir ni de venir, cuando el cansancio supera la barrera de lo físico, siempre hay papeles viejos por revolver, historias por empezar, y siempre, pero siempre hay poesía. Y eso es grandioso






LA LINDA PELIRROJA

Estoy aquí delante de todos un hombre con sentido común
que conoce la vida y de la muerte lo que un hombre
puede conocer
probó los dolores y los goces del amor
impuso algunas veces sus ideas
conoce varias lenguas
y no ha viajado poco
vio la guerra en la infantería y la artillería
herido en la cabeza trepanada bajo el cloroformo
perdió sus mejores amigos en la espantosa lucha
sé de lo antiguo y de lo nuevo lo que un hombre solitario
puede saber de esas cosas
y sin inquietarme hoy de esta guerra
entre nosotros y para vosotros amigos míos
juzgo esta larga querella de la tradición y de la invención
del orden y de la aventura

Vosotros con la boca hecha a la imagen de la boca de Dios
boca que es el orden mismo
sed indulgentes al compararnos
con los que fueron la perfección y el orden
nosotros que siempre buscamos la aventura
no somos enemigos
Al queremos daros vastos y extraños dominios
donde el misterio germina para el que quiera cosecharlo
hay fuegos nuevos colores nunca vistos
mil fantasmas imponderables
para darles realidad
y explorar la bondad país enorme y silencioso
hay tiempo para desterrar
y tiempo para el regreso
piedad para nosotros que combatimos siempre en las fronteras
de lo ilimitado y lo porvenir
piedad para nuestros errores piedad para nuestros pecados

He aquí que viene el estío la estación violenta
y mi juventud ha muerto como la primavera
oh sol es el tiempo de la razón ardiente y espero
para seguir la forma noble y dulce
que adopta ella para que pueda amarla
llega y me atrae como al hierro el imán
tiene el aspecto encantador
de una adorable pelirroja

Sus cabellos son de oro se diría
un bello relámpago que nunca acaba
o esas llamas que presumen
en las rosas te marchitas ya

Reíd reíd de mí
hombres de todas partes sobre todo gentes de aquí
porque hay tantas cosas que no me atrevo a decir
tantas cosas que no me dejaríais decir
tened piedad de mí



Guillaume Apollinaire
Versión de José Umaña Bernal

martes, 19 de junio de 2007

Anoche estaba mirando una de esas películas románticas al estilo yanqui. Una chica linda, exitosa profesionalmente y un tipo no muy lindo, profesor de matemáticas y amante del béisbol. De esas en que ambos dan muchas vueltas, se separan, se reconcilian y al final tienen hijitos y son felices. Y que a veces consiguen que una se duerma, de puro aburrida.
En una de esas, en la parte en que se están conociendo, el tipo intenta explicar su gusto por las matemáticas diciendo que éstas son seguras, confiables, las ecuaciones se resuelven o no pero nunca son ambiguas, tan distintas a la vida real.
Hoy llegué al laboratorio después de una semanita de Congreso. Levante los mails y había de todo, incluso buenas noticias, menos, claro, el mail que pensé podría haber. Dependiendo quién preguntaba al ¿cómo te fue? respondí "bien" o "más o menos, viste como son estas cosas" y a ninguno le mentí, todo eso era cierto. Después de un par de horas de pelear con los equipos "pareciera" que no voy a conseguir nada de ellos por hoy... así que acá estoy, entre este texto y una ecuación que me está dando mucho laburo pero arroja algo de claridad entre tantas incertezas, simplemente no da. Me encantan las matemáticas. Simples y bellas.

domingo, 10 de junio de 2007

Certezas II (by El Flaco)

Sólo sé que no soy yo a quien duermes...
(qué calor hará sin vos en verano!)

sábado, 9 de junio de 2007

No soy porteña...

ni lo quiero ser. Pero el país es uno solo, los medios llegan a todos lados (aunque atiendan en Buenos Aires) y garcas son garcas acá y en la china de Mao. Y también en todos lados (por ahí en la China no, cómo saberlo, pero en Argentina seguro que si) entre la falta de memoria y la incapacidad (o fiaca) por relacionar las cosas terminamos haciendo una cagada tras otra (no vamos a creer que estas cosas sólo las hacen los porteños... ¿y por casa cómo andamos?).
A ver si el post de Marina ayuda a la memoria (y empezamos a pensar como le ganamos a la fiaca)

martes, 5 de junio de 2007

Pasar de largo

No quiero saber que día es hoy. No me interesa. Las fechas no son importantes, no lo fueron nunca, no van a serlo ahora. Pero por las dudas no quiero saber que existiría la posibilidad (si yo supiese que día es hoy) de levantar el fono con una buena razón, tan buena que me la puedo llegar a creer y todo. Además junto a la buena razón llegarían un par de recuerdos, demasiada nostalgia y hasta ganas de levantar el fono. No. No hay motivos que valgan. Necesito una buena excusa. No saber que día es hoy, por ejemplo, esa es buena. Con ella puedo dejar pasar de largo el día, el onomástico y los tres años de aquella noche hace tres años dónde también había onomástico, también había razones y también las dejé pasar. Sólo que al dejarlas pasar esa vuelta me compliqué la vida, pusé todo lo que tenía sobre la mesa y encima perdí. Y ahora no tengo ganas de jugar. Ya no. No sin red. Así que cambio motivos por excusas. Al menos hasta que me consiga una buena red.

martes, 29 de mayo de 2007

Una certeza (algo es algo)

Cada tanto aparece una excusa para revolver papeles. Este finde apareció una de esas. Lo retrasé un poco (me resulta tan molesto tirar papeles como releerlos) pero llegó el momento. Entre muchas cosas simpáticas, incómodas, inútiles, adolescentes y otras más a las que no les encuentro adjetivo, aparecieron unos apuntes de un curso-taller de historia social argentina que hice hace mucho mucho tiempo en la vieja escuela de trabajo social (cuando ocupaba esa hermosa casa en calle 7 que voy a convertir en bar cuando tenga plata y tiempo). Apuntes de clase. Tema: la crisis previa al golpe del 30. Interesante. Siempre tomé buenos apuntes y siempre escribí en los márgenes. En uno decía:

“tenés que andar prevenido, en cualquier momento y en cualquier esquina te podés topar con el amor, con la revolución o con la poesía”

Y otro:
“es preferible, para que no vea el cielo, realizar los suicidios bajo el suelo”.

No sé si son márgenes propios o robados. Pero sí sé algo: el tiempo pasa, las obsesiones quedan

domingo, 27 de mayo de 2007

Yo he escrito muchas cosas rídiculas

Y vivido otras tantas (o más). Pero esta vez es como mucho.
La cosa es así. Es domingo a al noche, estoy sola en casa, llamé al delivery y como siempre la señora que atiende el fono decidió por mí (tiene buena onda, por eso le hago caso, aunque no tenía ganas de comer pollo) y seguí colgada a la red mientras espero la cena porque bueno, básicamente, estoy charlando con el chico bonito de la otra noche. Si, ése del que no conté. El que me crucé en La Mulata y en el recital del Flaco (uy! tampoco conté lo bueno, brillante, íntimo y abrumador que estuvo el Flaco... un placer inmenso). Y todo bien, más que bien. Pero, siempre hay un pero y sino lo hubiera no estaría escribiendo esto, resulta que el susodicho (no el chico bonito, el otro) apareció on line.
Apareció y yo me puse un cartel de AUSENTE, grande como una casa... y ahora me siento mal.
Pero es rídiculo. No puedo sentirme mal por engañar virtualmente a mi amante platónico!!!. Viejo, estamos grandes... Amante platónico no es amante (y si no es amante no puede ser amor, obviamente). ¿Por qué me cuesta tanto entenderlo? ¿porque si fuera al revés y él se pusiera ausente cuando me conecto lo odiaría?. Eso es cierto, pero no deja de ser una pendejada.
No sé, pero me siento un poco extraña. El chico bonito es muy bonito (y es alto y tiene linda voz). Escribe, me gusta lo que escribe, escuchamos cosas parecidas. Vamos a los mismos bares, tenemos cosas parecidas dentro de los respectivos morrales. No le va el platonismo. Y a mí tampoco.
Sin embargo está "él" de por medio. Y juro que no tengo ganas de que él este ahí. Pero está. De hecho la que está ausente soy yo. Aunque mi ausencia es por un rato. En cambio él, aunque quisiera (cosa que dudo), no podría estar de otro modo.
Supongo que lo mejor es cambiar el ausente por no disponible. Sobre todo porque llegó la comida...

sábado, 26 de mayo de 2007

Qué los cumplas feliz....

Día de la Patria. Feriado. Fin de semana largo. De casualidad porque es uno de los pocos feriados que "no se corre". A lo mejor eso ayuda a que mantenga, aunque sea un poco, su entidad.
Vienen siendo ¿197 años? de la revolución de mayo... pucha, como pasa el tiempo. ¿Cuántos años tendría San Martín?, del mismo orden seguro.

Nunca entendí muy bien porque el 25 de mayo es el Día de la Patria.

Por empezar porque no llegué nunca a tener una buena definición de Patria, pese a haberlo discutido y pensado más de una vez. Llegué si al punto de entender que algunas cosas no son necesariamente "la" Patria. El territorio, por ejemplo. Defender un cachito de tierra sólo porque "es" nuestra me parece realmente una pelotudez. Sobre todo si después a ese mismo cachito de tierra se lo regalamos a una transnacional para que lo explote y con él explote a nuestros "hermanos de la patria". La idea de Nación tampoco me cierra demasiado. Por ahí lo más cerca que estuve de entender la idea de Patria fue asociándola con la idea de Pueblo. Pero también es complicado definir el pueblo. Aunque una sabe que el pueblo late, y la patria debería. Así que intuyo que la mano debe venir por ahí.

Hasta ahí la Patria. Pero que cumpla años los 25 de mayo?. En otros lugares la Patria cumple años el día de la Independencia. Acá no. Está bien, independencia lo que se dice independencia... qué se yo. Además la revolución de mayo fue más pintoresca. Con todo y su Cabildo abierto (casi democrático considerando la época), French y Berutti repartiendo escarapelas, la vida colonial tan apta para representaciones escolares. Y además estaban todos. Desde Belgrano hasta Moreno, desde el virrey Cisneros hasta Saavedra. A lo mejor es eso. Una revolución que pone a un monárquico a la cabeza tiene pinta de una revolución argentina...

Como sea. Es el cumpleaños de la Patria y dada mi tendencia a identificarla con el Pueblo y que todo cumpleaños merece un regalo... ahí va. Un Gelman auténtico. Para los que laten...

Preguntas

Ya que navegas por mi sangre y conoces mis límites y me despiertas en la mitad del día para acostarme en tu recuerdo y eres furia de mí paciencia para mí dime qué diablos hago por qué te necesito quién eres muda sola recorriéndome razón de mi pasión por qué quiero llenarte solamente de mí y abarcarte acabarte mesclarme a tus huesitos y eres única patria contra las bestias el olvido...

martes, 22 de mayo de 2007

De verdad

Las figuras se desdicen.
Conjugan.
No sos vos quien se dibuja en le espejo
(no importa ya).
Las mañanas no logran ser radiantes.
Dudan.
La somnolienta sonrisa está sin rumbo
(el sol radia menos, todavía).

Las mañanas los espejos las figuras
las camas llenas o vacías
el teléfono las cartas el silencio.
el oscuro debate entre despojos
los fracasos dominoes de suicidas

Es cierto:
todo sigue ahí,
desdoblando dolores y alegrías.

Es cierto también:
no estoy feliz; estoy entera
redoblando esfuerzos y quimeras.

Es sólo que, a veces,
la soledad no depende de otro cuerpo
ése que ocupa el lugar del hueco
(pero no logra ser algo más que el hueco).

¡Que vana es la presencia de alguna gente
Y la ausencia de otras tan urgente!

lunes, 21 de mayo de 2007

Más imagenes

Mi alumna me miró seria. Su compañera hablaba y hablaba (como siempre) y ella me seguía mirando seria. Tan seria que pensé que no me había expresado bien, que no me había hecho entender. Entonces le pregunto que pasa y me dice "nada, es que me quedé pensando en si alguna vez yo voy a saber tanto".
Clic. Paremos un toque. Esto está mal.
¿Qué dije?. Seguramente alguna frase brillante tomada de un jardín ajeno. Probablemente, además, conectada no trivialmente (o sea... agarrada de los pelos) con lo que estabamos discutiendo. Mas probable, todavía, es que lo haya dicho con una seguridad de esas que hacen creer al mundo que una sabe lo que dice.
¿Qué habré dicho?. No logro recordarlo...
Pero seguramente le mentí. No porque lo que dije haya sido mentira sino porque ella se fue con una idea equivocada gracias a mí. Una idea equivocada, también, respecto a mí. Y ese es el punto.
Una no es su imagen. Sin embargo, el mundo ve justamente (y solamente) eso, una imagen.
Y una, que le teme al mundo, queriendo o no, contribuye a esa distorsión de la verdad, colaborando con más y más imagenes falsas.
El mundo!... Si realmente me viera, si no se conformara con mi imagen... Si notara mi torpeza con la guitarra, los miedos cotidiandos, lo poco que se, la ecuación (esa) que no encuentro, mis intentos fallidos por dormir, lo feo que canto, lo poco que bailo, lo que extraño ser yo, lo cansada que estoy de sus imagenes...

martes, 15 de mayo de 2007

Yo sé que el tiempo es impreciso

pero a veces se deshilacha, se cae a pedazos. Y una imagen ¡sólo una! nos devuelve a ese sitio donde estuvimos, de donde peleamos por salir y del creímos haber salido hace ya un largo tiempo.
Una imagen, una sola.
Basta para que otras imagenes empiecen a aparecer, en retrospectiva. Y al hacerse presente logren revivirme ilusionada, casi soñadora. Y vuelvo a verme linda, alegre, desviando el mirar buscando su mirada. Y me detienen ahí. Donde creí haberme encontrado. Donde pensé que podía descansar, descansar en sus manos, en su cuerpo, en sus silencios. Ahí justo ahí, cuando todavía lo confundía con la imagen que generé para él. Cuando aún era alto, su voz muy seductora y su sonrisa extraña la puerta a ese futuro lleno de lunas, montado sobre la cuarta cuerda.
Una sola imagen. Y en formato digital

viernes, 4 de mayo de 2007

podría dormir

si sólo pudiera olvidar los zapatos, la ropa en el rincón, la guitarra a un lado, la persiana, la música obsesiva, las sábanas revueltas, tu ego al descubierto...

jueves, 3 de mayo de 2007

A veces siento vértigo.
Los pibes que crecen. Sus logros y sus pequeñas -pero duras- derrotas. Explicar la división "con coma" mientras hago panqueques. Aprender a usar la computadora "de imaginación" para comunicarme cuando "estés en peligro". La Tesis, que no se si no termina de empezar o no acaba nunca -hace un rato encontré una pérdida en la línea de Hidrógeno-. Las angustias. Las amigas con angustias. La amiga que inauguró una muestra a la que no fui ni pensé en ir. Los compañeros que laburaron mucho para hacer un encuentro al que pensé ir pero no lo hice -es que encontré una pérdida en la línea de Hidrógeno-. Un par de decisiones por tomar, coyunturales. Un par de decisiones por tomar, de las otras. La intro de la Cantata de Puentes Amarillos -es que el 11 toca el Flaco en el Coliseo!-.
Todo eso en la cabeza. Todo junto.
Pero de pronto un clic. "El sábado nos juntamos en casa, es el cumple de Caro, yo me voy...". Un clic. Mati se va. No para siempre, cierto. Y no es que no lo supiera, es más, estoy contenta de que lo haga. Pero se va. Y va a ser difícil verlo antes de que suba al avión -por esto del vértigo- y aunque así no fuera igual sería difícil decirle que lo voy a extrañar -así como soy yo, claro, tampoco una telenovela, pero lo voy a extrañar-. De hecho nunca le dije que todavía me acuerdo de haber ido a su departamento a darle una mano a Luis y haber salido con la idea de que "el compañero de estudios de Luis" era un tipo macanudo. Y que los meses que pasamos en la oficina 23 profundizaron en esa idea, pese a que en el medio me enojé mucho por el final de Electro. Y que estuvo bueno presentar el diploma el mismo día -mi familia todavía recuerda que la planté por varias horas para ir "al diploma de un amigo"... pero no podía no estar-. Y que el paper ese que tenemos juntos no está bueno, pero que es justo y necesario que tengamos algo juntos. Y que después de esa noche de choripanes de camaradería en el subsuelo de matemáticas me dijo una sola cosa, casi al pasar, que no voy a olvidar nunca.
Qué se yo... me voy a doctorar y Mati no va a estar.
Y lo peor de todo es que no creo que sepa, porque no le dije, que voy a notar su ausencia.

martes, 1 de mayo de 2007

Pensé que podría ir más allá de lo real

y hasta llegue a creer que al despertar, lo hiciera en piedra. O en hojalata. O en ave seca.
Pero, bueno, no. Seguí siendo yo esta mañana.
Yo, esta mañana, montada en mi misma. Y en mi historia, una como tantas. En otra mañana que apareció como amanecen otras tantas.
Pero hoy fue distinto. Desperté siendo yo. Y notando que era yo, en el día de los trabajadores. Que no es lo mismo que el día del trabajo. O de los que trabajan. No. Los trabajadores son otra cosa.
No hay nada que hacer, la clase tira. Pero no arrastra.
Y así como no fui piedra, tampoco estuve en la Plaza de la Revolución esperando por Fidel. Ni en El Tolosano esperando por la Revolución, aunque se corra el riesgo que esta venga de hojalata.
Hoy me vi, hija de la patria metalúrgica. Vi a mi viejo. Su cara de sentirse Gardel cuando habla de "la" fábrica. Sus manos de fundidor haciendo patria.
Hoy me vi. Y al menos por un rato me sentí ave seca, que sueña con despertar siendo un trabajador de verdad.
Y me dio verguenza.

domingo, 29 de abril de 2007

A veces una cree que puede zafar.
Entonces agarra el manual, página 24 por ejemplo, y sigue la receta. A esta altura ya hay recetas, eso es lo bueno de haber vivido unos cuantos años.
Y todo está bien. Hice bien en obviar una cena casi académica para ir a otra, al fin y al cabo, era el cumple de una amiga. Y también hice bien en no fumar y en no tomar demasiado, porque una cosa es acostarse tarde y dormir toda la mañana siguiente y otra es desperdiciar todo el día siguiente porque la resaca no te deja pensar. Además ya no le veo la gracia al desborde, aunque esté en la receta.
También estuvo bien seguir, salir, ver gente. Bailar un poco. Y otro poco también. Y aunque no me gusten especialmente los postres, el postre estuvo bueno, caramelo. Y, además, estaba en la receta.
Ya al otro día, nada de que arrepentirse. Una ducha larga, un hola cuerpo! agradable (porque a él también le gusta bailar), unos mates, ponerse a estudiar, no prender la compu para no distraerse. La música bajita y salida de la radio, para no ponerse a cantar. Reconciliarse con la casa y con la soledad. Y todo bien.
Pero eso fue ayer. Hoy ya prendí la compu y acá estoy. La música está fuerte, suena un Sumo "after". No tengo ganas de leer, la casa está díscola, la soledad me está pesando y creo que dejé el manual en la oficina...

miércoles, 25 de abril de 2007

Mano alzada

Son sólo los zapatos, no es la cama.
Al menos de eso creo estar segura;
cuando el tiempo pasa
y nada pasa
que permita poner fin a esta locura.
A este no tener palabras para narralo.
A este no narrarlo, por no tener palabras.

Tierra de nuevo,
tierra al fin,
tierra no santa.
Tierra que no impide desprender del suelo.
De ese suelo que lleva, irreprochablemente,
y adolescente casi, casi siempre al cielo.

Todo es ficción.
Ficciones,
y atropellos
a una fría realidad de encrucijadas,
cuándo todo pasa y sólo esto, permanece aquí.
Esas miradas.
Sus miradas azules al espejo,
tu mirada gentil hecha mañanas.

Cómo se puede eludir tanta tristeza?
tanta crueldad hecha lluvia sobre chapas?
tanta insensatez,
tanto suicidio,
tanto dolor hecho carne arrebatada?
No lo sé, y no entiendo esta dulzura
este no saber, no saber nada
más que, en verdad, son sólo los zapatos
más que este no querer escapar de tus llamadas.

Es inútil sentirse tan inútil,
tan inútil como la esperanza
en que todo va a estar bien, tarde o temprano,
en que toda noche termina en madrugadas
insolentes e insomes,
pendencieras,
con placeres de tabaco y caña amarga.

Madrugadas de pueblo despertando
para abrir las fábricas cerradas,
las persianas vencidas por el tiempo,
por la inmediatez,
por la ignorancia.
Madrugadas con tu cuerpo al descubierto.
Madrugadas libres y tempranas,
que obligan al sol a levantarse
desplazando frustraciones y resacas.

Parece que el suburbio en estas noches
se incorpora de a poco en las palabras
y ya no es sólo paredes,
o la luna
en alguna alcantarilla desangrada.
Ya no es triste la lluvia,
y el silencio
no golpea la puerta con nostalgias.

Ya sabemos: la sed es verdadera.
Y no hay final feliz si no hay batallas,
sin cuchillo entre los dientes,
sin derrotas,
sin sentir que las fuerzas se agigantan
con cada sonrisa, cada beso,
con el sentirme a salvo de los miedos
con mis manos en las tuyas, resguardadas.

No me dejes caer, tan sólo eso.

Eso que no es poco a estas alturas
cuando se conjugan finales,
otros tiempos,
silencios mal paridos,
soles de invierno,
emblemáticos colores de esos cielos.
Que no son mi cielo, claramente.
No, él que construí en sueños.
Con mis días y mis noches, suavemente,
con mis pequeños soles hechos fuego,
con mi luna plateada en el espejo.

No me dejes caer, tan sólo eso.

Tan sólo así, ¡tan sólo eso!
.
He de arrastrar mis pesares y algún día,
y de a poco, atreverme a la alegria.
Esa alegría.
Tan buscada, siempre.
Y siempre tan temida.

lunes, 23 de abril de 2007

Uno de cada: J.

Durante años todo comentario del tipo "... estabamos fumando y entonces...." devenía en un reclamo de J. "Dale, boludos, pasenme uno... así pruebo". J. era más conservador de lo que es ahora ¡y eso es mucho! y además no da para propagar vicios, así que fue ignorado durante mucho, mucho tiempo.
Pero, finalmente (y no hace tanto), era la noche.
Una cena horrible. Caigo con ese flaco que me volvia loca y al que no podía pescarle la onda (¿habré podido alguna vez?). G. se había dejado convencer por J., entonces, no había alcohol y, la verdad, no sabíamos de que hablar.
Entonces pintó un 25. G. cortó una mitad y quedó la otra. Yo, medio en serio y medio en chiste, dije algo tipo "J. es para vos, regalo de cumple adelantado". Y J.: "Gracias .... ¿marroc?, me encanta el marroc", "Claro", insisto, "no te voy a regalar algo que no te guste". El flaco en cuestión hace algún comentario preventivo "mucho marroc de golpe, si no estás acostumbrado, puede pegar mal, fijate como lo usás", pero J: "no, yo tengo un hígado de fierro".... y se mete el ladrillito en la boca....!!!

Todos pensamos que era chiste. Menos J.

Todavía ahora, en la parte en que nos reímos de todo, se puede escuchar un "te acordás boludo cuando te quisiste comer el faso?. Todavía ahora J. dice: "boludo... pensé que era marroc".

domingo, 22 de abril de 2007

Nada de evadir (mucho por pensar)

Si preguntás voy a responder.
Honestamente.
No voy a poder evitar ser
un poco ambigua
un poco delirante
un poco irónica.
Voy a intentar, pero quizás no pueda,
sacar, de una vez, esta coraza.
Porque da miedo ser
pero caer
da un poco más de miedo.
En eso lo vivido no ayuda,
lo sufrido entorpece,
menos tenemos (si y sólo si) menos queremos.
Pero yo quiero:
quiero una razón para agrupar palabras
quiero poner en la música argumentos
quiero crecer
y crecer queriendo.
Preguntá nomás
que haré de tripas corazón si es necesario
pero contesto.

jueves, 19 de abril de 2007

Autoboicot

Anoche logre dormir. Mucho. Mis desordenes de sueño son recurrentes así que lograr dormir temprano y sin estímulos (bueno, con la ayuda de una mala peli) es como para contar. Más aún si duermo y sueño. Segunda vez que sucede en el año, así que no da para desperdiciarla.
El tema es que dormí mucho y soñé. La mano venía así, mi compañero de habítaculo cumplía años y había fiesta en su casa. Yo dudé respecto a ir, básicamente por su auto-fama de fiestero, aunque finalmente fui.
Tal como me imaginé la fiesta era de esas fiestas a las que yo no voy, pero por suerte encontré una cara conocida para charlar. Claro, no sólo era una cara conocida. Era, casualmente, el docente más lindo de toda la (mi) licenciatura (hay encuestas que avalan mis dichos!). Y digo era no porque ya no sea tan lindo sino porque llegó alguno más lindo aún, pero ese comentario realmente no viene al caso.
La historia que si viene al caso sigue así. El chavón me sorprende con su conversación, el resto de la gente comienza a molestar y terminamos en un bar hablando de la vida y de un poeta francés de quién él podía recordar, aumentando mi interés y mi sorpresa, textos completos y en idioma original. Y por más tonta que una sea, si la charla se vuelve íntima e incluye versos en francés, ...bueno da para esperar algo.
Ese, exactamente, es el punto. Como venía la mano daba para terminar teniendo una historieta muy física con el físico, explorar unos cuantos límites hasta converger, llegar a casa con una sonrisa boba y al otro día hablar con V. (por dar un ejemplo) para contarle que había cumplido con la fantasía colectiva. De hecho, era mi sueño (y lo había hecho recitar en francés!) por qué tendría que haber pasado otra cosa?.
Bueno, ni idea. Pero la charla íntima se puso muy íntima y el loco me terminó contando que hacía muy poco, y en medio de muchos quilombos, había asumido que era gay. Si, así como lo cuento. En mi propio sueño, el más bonito, el del la voz como Cerati, era gay!.
No es justo, no es justo y no es justo. Ni que una no tuviera líbido, vio?. No hay caso... no es justo.

Si ya sé... no era él. Pero bueno, podría haber hecho una excepción, no era más que un sueño y yo no soy tan ortodoxa. Y en lo que a él se refiere... ni siquiera en sueños.

En fin, hoy me crucé al loco. Estaba depierta (por suerte). Lo miré irse y, definitivamente, podría ser gay. Digo, para autojustificame. Lo único que espero es que deje de causarme risa verlo irse.

Advertencia

Como nadie tiene conciencia del "control" de los manuscritos, y aún de existir dicha conciencia, ésta no intervendría en mi obra, sino como referencia simbólica a la licitud de la temática, propongo que se olvide cada palabra a medida que ella se lea.

ZAGUAN

Pasan los euclidianos
satisfechos de su mérito.
Pasan los atormentados platónicos.
Los adormilados y hasta los imbéciles.

Todos consumen sombra y contornos.
Los veo partirse desde mi boca fresca.
Luego, uno de ellos tira del hilo y dice:

- ¡Pasan tiempos irreales!

Spinetta, en "Guitarra Negra"

martes, 17 de abril de 2007

Lo importante

El bondi, como siempre. Y yo venía pensando que, pese a la lluvia, me vendría más que bien parar un toque y charlar una cerveza con alguna de esas pocas personas que una sabe que le hacen bien. Porque, bueno, la semana pasada fue muy complicada, el último finde un verdadero desastre y si bien le estoy poniendo pilas (y una buena dosis de rock nativo: "...cuando subiste a mi tren?... que yo no te vi") se está poniendo duro remontar esta "nueva" semana.
Pero es cierto, tengo mil cosas que hacer. Hoy y mañana. Hay que levantarse temprano y -más difícil todavía- estar despierta, así que birra y charla quedarán para otro día. U otro, quién sabe.
Ando ganas de charlar. Divagar sobre el todo y sus partes, por ejemplo. O continuar la charla con G. -le conté el finde en dos minutos, nos reímos durante tres minutos más y me encantó que nos pudieramos reír de esas cosas-. Pero será otro día. U otro, quién sabe.
En eso estaba pensando. Llego a casa y, casi por costumbre, levanto el fono. La mina que vive en el *124 dice que tengo mensajes, aprieto 1 y estaba la voz, inconfundible, de La Flaca. Y la verdad, me pegó. Fuerte.
Estaba por decir que lamentablemente no puedo responder el mensaje (la última vez que supe de ella estaba en Valencia, vaya una a saber por dónde anda ahora) pero la verdad es que si pudiera responder no sería ella. Y ella es importante, así que mejor así.
La Flaca es "mi amiga hippie" (pero de verdad, eh). Tenía 13 años cuando la conocí, ella era enorme, tenía 16. Habló en una asamblea y me impactó. Era una mina, a una altura de la vida en las chicas son todas pendejas. No me hice cargo del impacto, pero lo cierto es que empezamos a coincidir en reuniones y opiniones. Después nos conocimos un poco, después nos conocimos más y después fuimos amigas. Muy amigas.
Aprendí mucho de ella. Y no sólo a repujar cuero, armar trenzados o urdir telares. Me regaló un tdk de 60 con Artaud!... me pasó poesías de Apollinaire!... La Flaca, la que decía (y ejecutaba) que una cosa es fumar marihuana y otra cosa es comprarla, la que en pleno auge del menemismo armó una casa comunitaria en Gorina, la que leyó todo, todo lo que se me pueda ocurrir y todo le sirvió para crecer. La que crecía simpre, sin parar. Y la que ofrecía, dale, vamos a crecer juntas (crecer juntos! ¿hay algún ofrecimiento mejor que ese?). La que se fue en algún momento y no llegué a extrañar nunca. Por que esta ahí. De alguna manera se las arregla para estar ahí, pese al tiempo y la distancia.
La última vez que supe de ella fue a fines del 2004. Tiempos duros si los hubo. Tiempo de confusiones, de buscar y no encontrar y volver a buscar e intentar saber quién era yo, quién mierda era yo. Llega una carta, muy corta, con un poema firmado por ella y una remera de Pescado Rabioso.
Después nada, hasta hoy. Un mensaje, uno o dos minutos, para recordarme que hay que crecer, que hay que buscar, que hay seguir buscando. Para reafirmar que hay sólo dos tipos de personas. Aquellas de las que una se puede enamorar/conocer/nutrir y las demás. Pero todas importan y son parte de una misma. Para recordar que ser honesta, aunque duela y aunque le duela a alguien más, sigue siendo la mejor opción. Que los artilugios que inventamos para disfrazar mentiras con solidaridad siguen siendo artilugios. Qué es díficil decir: yo amo, yo pienso, yo deseo. Pero es lo único que, en el fondo, vale la pena decir.
Y para enfatizar que las mesclas son malas, casi siempre.

viernes, 13 de abril de 2007

No más que el frío del no invierno,
casi al pasar, un cigarrillo.
La ternura de tu voz en el teléfono
la ternura de tu cuerpo arrepentido.
Los ojos de mis ojos. El espejo.
Lo absurdo, en verdades devenido.
La ecuación de hoy y de mañana,
el teléfono, otra vez, y los zapatos
(son sólo los zapatos, no es la cama).
Los días que se empujan en desorden.
Dormir y descreer que haya olvidos

Nene...

Recuerdo claramente una situación de hace mucho, pero mucho tiempo. Una peña del centro de estudiantes, yo, casi una nena, y A., un compañero de marchas y pintadas. En algún momento (después de bailar Redondos, por ejemplo) dijo algo así como "nena, no me histeriquees* más".
Juro, como podría haber jurado en alquel momento, que no tenía la menor idea de que me estaba hablando, lo que sea que haya hecho lo había hecho sin querer.
Pasado el momento de confusión, aprendí algo. Y, claro, a partir de entonces lo practiqué un poco y hasta creo haberlo perfeccionado bastante. Después dejé de usarlo por mucho tiempo pero eso, al fin y al cabo, es otra historia, una suerte de impasse.
Y depués del después, cuando pretendí haber recordado como era, otro flash. No era una cuestión de género!, es más, el juego que se establecía a partir de entender que no lo era estaba bueno, muy bueno. Atractivo y efímero, pero eso también es otra historia.
Hoy (bah! en estos días) entendí que se puede histeriquear sin querer, aún sin ser mujer y sin ser adolescente. En realidad, entendí que me pueden histeriquear sin querer.
Claro, así no hay juego. Pero bueno, estamos grandes... ya no jugamos como antes, casi no jugamos.... Y no bailamos Redondos. Así que no puedo, simplemente, decirle "paremos un toque que me está matando el calor, dale, busquemos un lugar con un poco más de aire... " o, más fácil aún, "querés que haga de cuenta que no te gusto?".
De hecho, creo que lo más adecuado sería que alguien le avise... a mí no me da.



* del verbo "histeriquear", que no encontré en mi diccionario. La verdad es que lo escribí así porque queda más lindo que histeriquiar (aunque así suena)

Cuando sea grande quiero ser feliz

(de Pag.12):

En el Reino Unido, la empresa de formación profesional City and Guilds hizo una encuesta para descubrir cuáles son los trabajadores más felices. El resultado fue sorprendente, porque no estuvo relacionado con la remuneración ni con una vida lujosa. El índice de mayor satisfacción laboral correspondió a los peluqueros. Tres de cada cuatro coiffeurs de Gran Bretaña quieren volver a trabajar después de un día libre. Después vienen los terapeutas de belleza, los cuidadores de niños y los plomeros.

martes, 10 de abril de 2007

y es así...

sin ningún motivo obscuro. De pronto las calles recorridas una y otra y mil veces son bonitas nuevamente. Y una se acuerda de Pángaro y su "no quiero que me olvides, rayo de luna sobre la tres". El mismo otoño, la ciudad de siempre. Pero son esas cosas que trae la ilusión consigo. Así de pronto. Sin reparos, sin condenas, sin prejucios y casi sin juicios. Como siempre, una puede hacerse la tonta pero "¿quién no soñó una vez que la ilusión lo era todo?".
Y por qué no? Si.... ya se porque... Pero no importa. Por un rato nomás.
Mientras tanto la 47 está linda hoy, como siempre. En esa esquina nos encontrabamos con Li y los chicos jueves por medio, comprabamos la cerveza enfrente ¿ves?, en esa cuadra una noche en la que ibamos en muy mal estado (él y yo) nos cruzamos con el prof. de interacción y se me ocurrió conversar (no me voy a olvidar mientras viva!), en ese supermercado, cuando se llamaba distinto, veníamos con los chicos del colegio a robar fibrones para el centro de estudiantes, ¿te conté del centro de estudiantes?... fue hace mucho tiempo... demasiado.
Pero la 47 sigue estando linda, pese a que no haya azahares todavía.

Pegarle a un maestro

Mex Urtizberea
La Nación

Lo sabe un chico de cuatro años, de salita celeste, que ni siquiera sabe hablar correctamente.
Lo sabe un chico de seis años, que ni siquiera sabe escribir.
Lo sabe un chico de doce años, que desconoce todas las materias que le deparará el secundario.
Lo sabe un adolescente de diecisiete años, aunque sea la edad de las confusiones, la edad en la que nada se sabe con certeza.
Lo saben sus padres.
Lo saben sus abuelos.
Lo sabe el tutor o encargado.
Lo saben los que no tienen estudios completos.
Lo sabe el repetidor.
Lo sabe el de mala conducta.
Lo sabe el que falta siempre.
Lo sabe el rateado.
Lo sabe el bochado.
Lo sabe hasta un analfabeto.
No se le pega a un maestro.
No se le puede pegar a un maestro.
A los maestros no se les pega.
Lo sabe un chico de cuatro años, de seis, de doce, de diecisiete, lo saben los repetidores, los de mala conducta, los analfabetos, los bochados, sus padres, sus abuelos, cualquiera lo sabe, pero no lo saben algunos gobernadores.
Son unos burros.
No saben lo más primario.
Lo que saben es matar a un maestro.
Lo que saben es tirarles granadas de gas lacrimógeno.
Lo que saben es golpearlos con un palo.
Lo que saben es dispararles balas de goma.
A los maestros.
A maestros.
Lo que no saben es que se puede discutir con un maestro.
Lo que no saben es que se puede estar en desacuerdo con lo que el maestro dice o hace.
Lo que no saben es que un maestro puede tener razón o no tenerla.
Pero no se le puede pegar a un maestro.
No se le pega a un maestro.
A los maestros no se les pega.
Y no lo saben porque son unos burros.
Y si no lo saben que lo aprendan.
Y si les cuesta aprenderlo que lo aprendan igual.
Y si no lo quieren aprender por las buenas, que lo aprendan por las malas.
Que se vuelvan a sus casas y escriban mil veces en sus cuadernos lo que todo el mundo sabe menos ellos, que lo repitan como loros hasta que se les grabe, se les fije en la cabeza, lo reciten de memoria y no se lo olviden por el resto de su vida; ellos y los que los sucedan, ellos y los demás gobernadores, los de ahora, los del año próximo y los sucesores de los sucesores, que aprendan lo que saben los chicos de cuatro años, de seis, de doce, los adolescentes de diecisiete, los rateados, los bochados, los analfabetos, los repetidores, los padres, los abuelos, los tutores o encargados, con o sin estudios completos:
Que no se le pega a un maestro.
No se le puede pegar a un maestro.
No debo pegarle a un maestro.
A los maestros no se les pega.
Sepan, conozcan, interpreten, subrayen, comprendan, resalten, razonen, interioricen, incorporen, adquieran, retengan este concepto, aunque les cueste porque siempre están distraídos, presten atención y métanselo en la cabeza: los maestros son sagrados.

lunes, 9 de abril de 2007

Qué decir....

"Vos tenés que ponerte tetas", soltó mi compañero de habitáculo, así, como si nada. Te parece? pregunto, pregunta boba, claro, pero pregunto. "Si loca, no porque no estés buena porque sos una de esas minas a las que uno le daría más de una vez, y sin emborracharse. Pero uno te mira, te escucha hablar y piensa que sí, a esta mina me la cogería pero es demasiado inteligente, demasiado segura, demasiado mina. Noooo, a ésta te la cogés y te saca la cabeza". Pero boludo yo no soy así... esbozo tímidamente. "Ah, no? Te estoy diciendo que te cogería y en vez de mandarme a la mierda estás analizando lo que te digo... ¿cómo sos entonces?. En serio, fijate, te ponés unas buenas tetas (el gesto se los debo) , un escote adecuado y bajás el perfil. Yo no digo que dejes de ser así como sos, pero con unas tetas considerables se notaría menos.... Además tenés que reconocer que todo trámite te saldría más rápido. Mirá esa amiga tuya, por ejemplo, (mentira, no es mi amiga) ¿es inteligente?, capaz que si, pero nadie sabe..., tiene buenas tetas".
La verdad... me dejo pensando.

domingo, 8 de abril de 2007

Hay que seguir buscando
compañeros
de eso se trata el camino.
Por los suburbios de la muerte propia
por las calles recorridas tantas veces
reiterando
insistiendo con la búsqueda
de esa luna morena hecha refugio.

Es posible que nos encontremos
y ahí veremos
si nos tocamos o no
y si aprendemos
a mirar el camino con los ojos de otros
de esos otros
que con sus ojos marcan el camino.

Tendremos que explorar muchas veredas,
y verdades,
abrir ventanas y destapar ideas,
volver a las banderas y las flores,
cruzar los dedos, gritar hasta que duela
animarnos a buscarnos y encontrarnos,
porque es así
porque era cierto,
el destino es la búsqueda
es ahí
donde están los besos

(de L.M. hace un tiempo)

martes, 3 de abril de 2007

No creo que sea pedir demasiado

Yo quisiera que el mundo siga más o menos así, pero con finales felices y las cuentas claras.
Que cuando empiece el desierto alguien avise: "este es el desierto, el descanso está después", que cuando una cargue la mochila con anhelos, de esos que pesan tanto como piedras, alguien te diga "todo bien, pero los sueños cuestan aún más de lo que cuesta cargarlos". Si me dijeran eso yo podría responder: ¡No es eso lo que importa!¡no!.
Lo que realmente importa es no saber si, al menos, ya llegamos al desierto, si después de esto habrá un descanso que nos permita sacar de la mochila el racimo de sueños, y contarlos. Y repartirlos. Entre los amores, pocos, y los amigos, tantos. Los desconocidos, miles. Los que vendrán, o fueron, cargados de las mismas mochilas, como piedras.
En el fondo no me estoy quejando (ni creo estar pidiendo demasiado). Sólo quiero saber si hay un después, mientras me ocupo, gris, del mientras tanto.

jueves, 29 de marzo de 2007

Dijo Girondo...

Que los ruidos te perforen los dientes, como una lima de dentista, y la memoria se te llene de herrumbre, de olores descompuestos y de palabras rotas.
Que te crezca, en cada uno de los poros, una pata de araña; que sólo puedas alimentarte de barajas usadas y que el sueño te reduzca, como una aplanadora, al espesor de tu retrato.
Que al salir a la calle, hasta los faroles te corran a patadas; que un fanatismo irresistible te obligue a posternarte ante los tachos de basura y que todos los habitantes de la ciudad te confundan con un meadero.
Que cuando quieras decir: "Mi Amor", digas: "Pescado Frito"; que tus manos intenten estrangularte a cada rato y, que en vez de tirar el cigarrillo, seas tú el que te arrojes en las salivaderas.
Que tu mujer te engañe hasta con los buzones; que al acostarse junto a ti, se metamorfosee en sanguijuela, y que después de parir un cuervo, alumbre una llave inglesa.
Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto, para que los espejos, al mirarte, se suiciden de repugnancia; que tu único entretenimiento consista en instalarte en la sala de espera de los dentistas, disfrazado de cocodrilo, y que te enamores, tan locamente, de una caja de hierro, que no puedas dejar, ni un sólo instante, de lamerle la cerradura.

(Yo no podría haberlo dicho mejor)

La noticia de la semana


Te queremos doc!
Se puso on-line y no pude evitar sonreír. Es más, casi digo "hola!" seguido de nada, porque realmente no tenía nada para decir. Nena... no seas tan obvia, pensé. Y nada, no dije nada. Pero cuando él dijo hola volví a sonreír, y aparecieron los temas y hablamos horas y todo eso... Mierda! se suponía que no me iba a pasar esto de nuevo, o al menos no con la persona equivocada.

martes, 27 de marzo de 2007

Llegué a la parada del bondi y miré la hora. Diez de la noche (hace un rato). Así que pasé horas hablando con T. Horas. Un termo de mate en el laboratorio, una cerveza larga en un bar y un buen rato en una esquina. Buscando una definición propia de "ciencia pertinente", buscando preguntas y respuestas. Parece que no podemos estar sin preguntas. Vaya uno a saber que andamos buscando... Pero esta bueno, es mucho mejor que no buscar nada.
Puedo pasar horas hablando con T. Horas. Lástima que no haya demasiadas.

lunes, 26 de marzo de 2007

Una cosa más...

Cuando hay más de una persona, la misma cosa puede ser vista de, al menos, dos maneras distintas. Eso es sabido. Pero hay una condición previa que siempre es real. Existe "la cosa". Su descripción, las palabras que se usen para nombrarla, los efectos que tenga sobre una u otra persona hacen posible que tome infinitas formas. Pero la cosa, está ahí. Es. O al menos siempre creí eso.
Aunque en un marco un poco ambiguo, hubo momentos en que no importaba mucho que era. Cosa era la palabra elegida en muchas ocasiones. “Cosa” decía yo cuando lo que sentía era incuantificable e inadjetivable, “cosa” decía él cuando corría riesgos de volverse un poco cursi, un poco adolescente, un poco vulnerable.
Otras veces si importaba. Cuando él hablaba de "las cosas que vos hacés" yo, ingenuamente, me preguntaba que habría hecho. Estaba claro que su manera de describir lo que yo había hecho no cuadraba con mi propia descripción de nada que yo hubiera hecho, pero aún así, algo había hecho. No había duda razonable. Sólo que no lo veíamos igual, al punto de que nuestras descripciones nos llevaran a no saber de que hablaba el otro. De todas formas se trataba de un problema resoluble. Encontrar descripciones comunes, ni de él, ni mías. De ambos. O al menos siempre pensé eso.
La última cosa que supe de él fue que perdió algo. Nunca supe que. Alcanzó a decirme que yo tuve algo que ver con eso, pero no pudo decirme que era. O yo no entendí. Parece que esta vez la cosa para él era un objeto. A lo mejor ya lo encontró, aunque no lo creo.
La cosa esta vez se lo llevó. Se lo tragó. Era cierto que había un agujero negro en mi habitación, pero por ahí no se iban las cosas. Se fue él. Con todas sus cosas, con las que tiene y quiere, con las que niega tener, con las que niega querer. Todas las cosas que pasaron durante ese final resultaron transformadoras. Como en todo final, quizás. Pero las transformaciones abruptas son cosa seria. O al menos eso me parece, ahora, cuando las cosas están más tranquilas y finalmente, pasan por otro lado.

sábado, 17 de marzo de 2007

la calma

la maldita calma rezongando en la ventana, que no está esquizoide como antes, hoy vomita realidades ignorantes. El silencio que odio con el alma, la misma que usé para quererte, se apodera de la luz, la luna y los acordes del suburbio de dolor y caserones. Tu tiempo, la ternura, los espejos, la voz que ya no está y ya no espero. El silencio y la maldita calma saboreando el delirio pasajero.

viernes, 16 de marzo de 2007

Todas las noches preparamos nuestro día
aunque nunca nos quede terminado
la hora del café tiende los hilos
de la hibridez
que abre las puertas a un jardín
siempre cerrado.
Mito. Yo,
quien bordea el centro de las cosas.
Dicho de frente sería otra cosa:
amo...
y seguiría siendo otra cosa

miércoles, 14 de marzo de 2007

¿Elijo esta música porque estoy mal o estoy mal porque elijo esta música?

Pasó G. por mi oficina. Prendió un cigarrillo y me contó. Escuché en la radio un especial sobre RadioHead, música y recortes de entrevistas. En una le preguntan al chavón cómo se presentaría y el loco dice "soy fulano de tal y soy feliz".
Nada más. Lo miré con cara de asombro, ¿en serio? pregunto. Si, me dice con cara de serio. No puede ser, insisto, y entonces?. Y no sé... si es así, entonces no.

martes, 13 de marzo de 2007

Ni por casualidad

Después de haberme cruzado con la versión del flaco de Tres Agujas, venía seriamente pensando en que estaría bueno verlo (no al flaco, bueno, al flaco también...), ver que onda, saber cómo está, si grabó ese otro tema alguna vez, que se yo... esas cosas. Y de paso, ver que onda yo, saber si todavía aparecía ese temblorcito en el cuerpo (por esos ojos de almendra...).
Y justo, pero justo, iba caminando por 50, yo que siempre llego por 51, y me cruzo con este chavón y lo miro y pienso que era él, no se, no, no era él, no tenía su estilo indumentario, digamos, además él era más alto, si, definitivamente, él era más alto, claro que este chavón tenía su pelo, su nariz, sus anteojos... y que le dolía una pierna o algo así, porque no tenía una postura erguida, a lo mejor era más alto de lo que parecía, y venía caminando y yo crucé como si fuera un peatón más y pasé por al lado sin inmutarme porque justo cuando lo tenía a un metro estaba convencida de que no, no era él.
El tipo dobló la esquina, yo seguí como si nada y después de unos metros pensé, pero mierda, sí, sí era él, ¿cómo no me di cuenta? y miré presurosa hacia atrás pero era tarde... de nuevo.

sábado, 10 de marzo de 2007

La luna no siempre es la misma....

Hace un tiempo conocí al hombre de mi vida. Cierto, no nos llevamos muy bien, pero una cosa no quita la otra. El hecho es que él estuvo ahí y va a ser díficil que lo olvide.
Yo nunca fui buena para hacer regalos. Siempre pienso en algo especial y después por alguna u otra cosa no me sale. Pero una tarde/mediodía (un horario tan nuestro) recuerdo perfectamente que, casi sin querer, le regalé una canción.
Había un parque, árboles y una guitarra y faltaba una canción. Yo suelo tener muchas canciones en mi cabeza (no originalmente mías, se entiende) pero no fue otra, fue esa. A mí me sorprendió un poco no haber tomado otra, pero los ochenta se dibujaron tan claramente en su rostro y la luna... en fin, esa fue. Después él me regaló a mí misma esa canción en su voz, en su viola, "esta siempre es para vos" decía, y yo sabía que era cierto y que ese aire a bossa que le impuso al tema era escencialmente él haciendo(me) música.
La habrá vuelto a tocar? me preguntaba hace poco cuando saque el tema del cajón de los olvidos (o de los tabúes, vaya uno a saber) y me atreví a recordarla.
Es una canción muy bonita, sigue siéndolo, pero bueno, volvió al cajón.
Mirá que hay canciones bonitas... pensé anoche cuando alguien preguntó sihabía escuchado esa versión mientras yo me perdía pensando en un año nuevo juntos que nunca tuvimos pero que merecimos haber tenido... Puedo nombrar decenas de canciones hermosas de nuestro rock, no se, tantas... pero no. Le dieron a elegir entre todas ¡Y el flaco grabó Tres Agujas!!!!!!!!

jueves, 8 de marzo de 2007

Por esta vez

G. sonó convencido. Tenés que armar un blog. Claro, repliqué inmediatamente, así te dejo de mandar esos mails que te dejan mudo por una semana. Y si, ¿cómo se contestan esos mails?. Lo pensé, hasta empecé a hacerlo, pero la verdad es que no me animo, tendría que involucrar a otra gente, que en principio no se si tiene ganas de verse involucrada. Cambiale los nombres y listo. Vamos, te parece que no se reconocerían?. Además existe la posibilidad de que lo lea ... no se, es complicado. Y en eso, el pragmatismo de J. soltó esa frase n veces dicha y n veces ignorada, las cosas no son complicadas, dijo, las complicamos nosotros. Esta vez le voy a hacer caso.