jueves, 3 de mayo de 2007

A veces siento vértigo.
Los pibes que crecen. Sus logros y sus pequeñas -pero duras- derrotas. Explicar la división "con coma" mientras hago panqueques. Aprender a usar la computadora "de imaginación" para comunicarme cuando "estés en peligro". La Tesis, que no se si no termina de empezar o no acaba nunca -hace un rato encontré una pérdida en la línea de Hidrógeno-. Las angustias. Las amigas con angustias. La amiga que inauguró una muestra a la que no fui ni pensé en ir. Los compañeros que laburaron mucho para hacer un encuentro al que pensé ir pero no lo hice -es que encontré una pérdida en la línea de Hidrógeno-. Un par de decisiones por tomar, coyunturales. Un par de decisiones por tomar, de las otras. La intro de la Cantata de Puentes Amarillos -es que el 11 toca el Flaco en el Coliseo!-.
Todo eso en la cabeza. Todo junto.
Pero de pronto un clic. "El sábado nos juntamos en casa, es el cumple de Caro, yo me voy...". Un clic. Mati se va. No para siempre, cierto. Y no es que no lo supiera, es más, estoy contenta de que lo haga. Pero se va. Y va a ser difícil verlo antes de que suba al avión -por esto del vértigo- y aunque así no fuera igual sería difícil decirle que lo voy a extrañar -así como soy yo, claro, tampoco una telenovela, pero lo voy a extrañar-. De hecho nunca le dije que todavía me acuerdo de haber ido a su departamento a darle una mano a Luis y haber salido con la idea de que "el compañero de estudios de Luis" era un tipo macanudo. Y que los meses que pasamos en la oficina 23 profundizaron en esa idea, pese a que en el medio me enojé mucho por el final de Electro. Y que estuvo bueno presentar el diploma el mismo día -mi familia todavía recuerda que la planté por varias horas para ir "al diploma de un amigo"... pero no podía no estar-. Y que el paper ese que tenemos juntos no está bueno, pero que es justo y necesario que tengamos algo juntos. Y que después de esa noche de choripanes de camaradería en el subsuelo de matemáticas me dijo una sola cosa, casi al pasar, que no voy a olvidar nunca.
Qué se yo... me voy a doctorar y Mati no va a estar.
Y lo peor de todo es que no creo que sepa, porque no le dije, que voy a notar su ausencia.

3 comentarios:

Espirtual Fighter dijo...

Deciselo.

Anónimo dijo...

opino igual que Dn F: deciselo!


me hiciste acordar de una buena amiga mía cuya abuela se llamaba Angustia, gracias

Anónimo dijo...

Yo opino lo mismo que Don fisico!

Me hubieras dicho!

yo tampoco te lo dije nunca, asi que bueno...

Te quiero mucho

Matias