jueves, 19 de abril de 2007

Advertencia

Como nadie tiene conciencia del "control" de los manuscritos, y aún de existir dicha conciencia, ésta no intervendría en mi obra, sino como referencia simbólica a la licitud de la temática, propongo que se olvide cada palabra a medida que ella se lea.

ZAGUAN

Pasan los euclidianos
satisfechos de su mérito.
Pasan los atormentados platónicos.
Los adormilados y hasta los imbéciles.

Todos consumen sombra y contornos.
Los veo partirse desde mi boca fresca.
Luego, uno de ellos tira del hilo y dice:

- ¡Pasan tiempos irreales!

Spinetta, en "Guitarra Negra"

8 comentarios:

Anónimo dijo...

No nos rayes, TL. Sabes que mandar olvidar es la mejor forma de mandar recordar.

Acepta mejor que te olvidaremos cuando digas cosas olvidables. Y cuando no, no.

De todos modos, quedate tranquila que nadie podra culparte por sus pesadillas.

El sueño de la razon engendra monstruos.

Su vigilia, tormentos.

tambien lorena dijo...

Ciertamente. No se puede accionar sobre el olvido ajeno. Bueno sería, pero no es. Tampoco sobre el propio. Lástima.

Monstruos y tormentos vienen de la mano. Parece que nunca terminaré de saber si los tormentos existen porque existen monstruos o porque no termino de enfrentarme a ellos.

Quedan vigilias y sueños para tratar de averiguarlo. Y hasta para intentar conciliar la razón con los sueños... ¿Por qué me/nos* convenci/mos que no se podía?, es loco, pero no logro recordar.

(*...generacionalmente hablando)

Anónimo dijo...

De acuerdo en conciliar razon y sueños. Tal vez asi los monstruos no sean tan monstruosos, y los tormentos no tan atormentantes.

Pero por donde empezamos, por el sueño o por la vigilia?

Como hacemos para sentar a ambos en una mesa?

tambien lorena dijo...

Me imagino, porque no lo se. Pero no debe andar muy lejos...

Antes que nada, una tendría que juntar valor, como sea, habrá que usar la imaginación.

Después, ofrecer: un poco de sinceridad (para eso es el valor), un poco de paciencia (un poco más), un poco de humor (la ironía puede pasar), de nostalgia (sea ésta proveniente de suburbios propios o ajenos), un poquitito de música (de intérprete negociable, pero tiene que haber viola) y un buen vino, si es tinto, mejor.

Y finalmente, un poco de fe. Palabra complicada, sin ninguna duda, pero precisa. Porque, ya sabemos, con la voluntad no alcanza....

Anónimo dijo...

Tinto, seguro. No está mal la receta.

Habría que intentarlo.

Una vez más luchar contra lo urgente por lo importante.

tambien lorena dijo...

Luchar contra lo urgente no sirve. En lo que a mi respecta, pierdo seguro.

Será por eso y por no resignarme a perder siempre, que ando empeñada en encontrar la forma de ir tras los dos. Urgente e importante. Vigilia y sueños.

Tiene que haber una forma de que lo urgente no desgaste tanto, cosa de que a la hora de los sueños se pueda empezar a resolver lo importante.

Todo intento vale.

Anónimo dijo...

Si vamos a resolver lo importante, va a tener que ser también en la vigilia.

Por eso es que hay que conciliar vigilia, sueño, razón. Por eso debe ser que siempre trataron de convencernos de que no se podía.

El día que lleguemos a lo importante, muchas estatuas de barro caerán.

Puede que nos caigan encima, pero a quién le va a importar...

Eso sí, tenemos que empezar pronto.

tambien lorena dijo...

Sueño y vigilia comparten las estatuas de barro.

Los sueños pueden ser un poco surrealistas, o barrocos, o románticos, o que se yo (al subconciente le gustan los disfraces). La vigilia tenderá al posmodernismo pero también puede ser un excelente disfraz.

Pero, siempre, estuatuas son estatuas. Y barro es barro.
Sobre esas estatuas tendremos que concentrar los llantos, cosa de apurar la caída. En ese barro habrá que meter las patas. Y las manos. Para construir otra cosa. Algo que también compartan vigilia y sueños. Pero que sirva para espantar a los monstruos.